martes, 14 de febrero de 2012

Lonely Hearts


LONELY HEARTS

Hay solteros resultado de un trauma, por miedo, o porque simplemente son felices así… ¿cuál de ellos eres tú?









<<5499 palabras>>
Concurso Cita a Ciegas II: ForeveR  SolterO

 



Todos los problemas tienen la misma raíz: El miedo. Mismo que desaparece gracias al amor; pero el amor nos da miedo.
—Anónimo




















INTRODUCCIÓN

Naisha es una chica de procedencia hindú la cual está a punto de contraer matrimonio. El único problema es que es androfóbica (miedo irracional a los hombres). Es así como tendrá que curar —o controlar— su fobia antes del día de su boda.

Para esto, contará con la ayuda de su fiel amiga y compañera de apartamento: Samanta Smith, una chica amante de los juegos de vídeo de género RTS, MMORPG y FPS. Fernando Ramírez, un locutor de radio que asegura conocer los entresijos del amor. Y por último —pero no por eso menos importante— un veterano de guerra que combatió en Vietnam.






























E
L tan temido día había llegado por fin. Todos los intentos realizados en el transcurso de los meses pasados sólo habían retrasado lo inevitable. Nashia se miró de reojo en el espejo por última vez. El sari[1] carmesí con múltiples adornos y bordados en hilo de oro se ceñía a su cuerpo de manera delicada, cuasi natural; resaltando su esbelta figura.
Pero lo bien que se veía con el vestido,  la perfección de su peinado, o las joyas y abalorios carecían de importancia. La chica sólo quería salir corriendo de ahí, de aquella falsedad, de aquél espectáculo organizado por sus padres.
El Pithi  Dastoor[2] había llegado a su fin. El siguiente paso era ir al Mandap[3], en donde le aguardaba su mayor miedo.
El lugar estaba lleno de familiares, de murmullos, sonrisas y palabras de cortesía que se dicen por pura inercia debido a la repetición. Los varones de la familia del novio llevaban turbantes color rosa.
El miedo la apresaba, la asfixiaba. Recorría su cuerpo con lentitud, por su torrente sanguíneo, como si se tratase de un veneno. Necesitaba pedir auxilio, correr en busca de un antídoto, salir de ahí cuanto antes… o el miedo la engulliría y no dejaría rastro de ella.

5 Meses antes

—Camarada Nikolai, ¿Te imaginabas que terminaríamos en el metro de Paris cuidando la entrada norte y sur?
Net[4], camarada Yuri —El spetsnaz comprobó el  cargador de su metralleta ligera PKP Pechener—. ¡Vaya forma tan singular de visitar la ciudad de las luces!
—Bien dicho, camarada —Dijo Yuri riendo—, bien dicho…
El silencio inundó el lugar. Uno de esos silencios que trae consigo una calma efímera, pues son seguidos por lo regular por infaustos sucesos.
—¿Crees que se encuentren bien nuestros camaradas? —Preguntó Nikolai.
—Yo creo que sí.
—¿Entonces por qué…
—¡Una emboscada! —Anunció sobresaltado Vlad, el francotirador patoso al que apodaban Vassili Záitsev; debido a su necedad de cargar con un rifle de precisión Dragunov aunque la situación no lo requiriese.
—¡Corre! —Gritó Yuri, pero fue demasiado tarde… una bala enemiga acertó en la nuca del joven, causándole la muerte al instante.
El grito de furia y frustración de sus dos compañeros retumbó en todos los rincones de la estación.
Yuri asió su AK-47 y salió en busca de venganza, sin importarle la imprudencia del acto.
El lugar se convirtió en una carnicería. Cristales y cascajo adornaron el suelo, mientras que las paredes se tiñeron de escarlata. Sólo se escuchó el tableteo de las armas, algunas expresiones, órdenes imperantes como el característico dabai[5] ruso, y gritos desgarradores sobrehumanos.
De repente, todo quedó a oscuras. La sanguinaria matanza se detuvo. Todo había terminado… En el centro aparecieron unas letras que decían:

<< ¡Tu equipo ha ganado! >>


Samanta, una chica de 25 años de ojos color miel y tirabuzones dorados; se quitó la diadema, levantó los brazos y exclamó llena de orgullo:
—¡Hemos ganado! ¡Sí! ¡No hay quien nos pare en Battlefield 3! —Tomó la diadema de nuevo y prosiguió—. Excelente partida Runic. Y tú, vasili zaitzeb, a ver si vas cuidando tu retaguardia.
—Enhorabuena por tu victoria, Sam —Felicitó Nashia, compañera de apartamento de Samanta. Nashia era una chica proveniente de la India. De tez trigueña, cabello castaño y ojos color caoba,
—Gracias, camarada —Ambas rieron—. ¡Ey, Rúnic! ¿Qué me dices si ahora le entramos al WoW? —Samanta dio un trago a la cerveza de lata que tenía en el descansa brazos del sofá— No, no es temprano. Bien, entonces convoca a los chicos. ¡Y nada de imitadores de Leeroy Jenkins! Odio que arruinen mis metódicos (por no decir perfectos) planes.
—Y qué tal si el soldado ruso que ganó el dominio de la estación del metro de Paris se pone algo más que esa ligera blusa y unos pantalones, ¿o piensas estar en ropa interior todo el día? Estamos en invierno —Replicó Naisha.
—Vale, mamá. Ya voy… ¡Espera! Ahora recuerdo. Ayer llegó una carta para ti. Supongo que es de tus padres —Buscó debajo del sofá y encontró un sobre arrugado con manchas de pizza y cerveza—. Llegó la semana pasada.
—¿Y apenas me lo entregas?
—Oye, estaba ocupada <<leveando>> en Maple Story.
—Tomaré eso como una disculpa.
—No hay de qué.
Nashia ignoró el cinismo de su amiga y leyó con presteza la carta. Al terminar, la chica que otrora fuera trigueña estaba pálida… petrificada.
—¿Y qué dice? ¿Buenas noticias? —Preguntó Sam sin despegar la vista de la pantalla. Al no recibir respuesta alguna, dejó la partida y tomó la carta. Al terminar la lectura, dio una palmada a su amiga—. Enhorabuena, amiga. Qué bien guardado te lo tenías, eh.
—¿Enhorabuena? —Preguntó atónita Naisha—. Pero si no es una buena noticia. Es mala, una noticia terrible.
—Oye, la de permanecer soltera por siempre soy yo, no tú.
—Lo sé, pero aun así no puedo. No todavía al menos.
—¿Por qué? —Quiso saber de inmediato Sam.
—Porque… yo… ellos… —El rubor corrió con premura y se estancó en las mejillas de la chica.
—¿Sí?
—Bueno… es que… —El tono de voz bajó gradualmente hasta convertirse en un murmullo ininteligible—. Soy androfóbica.
—¿Andro-qué?
—Androfóbica.
—Y eso es…
—Pues… verás… —miró directamente a los ojos de Sam y dijo en tono solemne— ¿Prometes no reírte?
—Que mi Death Knight nivel 67 desaparezca de Azeroth si me río.
—Tienes que prometerlo en un idioma que entienda —Le reprochó a samanta.
—De acuerdo, lo prometo. ¿Mejor?
—Sí —Nashia tomó aire y valor (más de este último que del primero) y empezó su confesión—. Tengo un miedo irracional a los hombres. Cuando estoy cerca de uno, un pequeño tartamudeo me invade. Y si llego a tener contacto físico con un hombre, puedo terminar con una taquicardia e hiperventilada.
—Vale… ¿Y la verdadera razón? —Dijo Sam, escéptica. Pero al ver que su amiga lo decía en serio… bueno, Azeroth se  quedó sin un Death Knight nivel 67.

—Sean bienvenidos a una emisión más de su programa consentido: Broken Hearts, aquí en KCLL 98.3. Con ustedes está el locutor de la voz más sexy de todo Carlsbad, California. El único, el inigualable: Fernando Ramírez —Aplausos pregrabados se escucharon—. Gracias, público querido, gracias. Y en controles se encuentra la sexy Christy McNamara. Y ahora, sin más preámbulos, pasemos con la primera llamada. ¡Hola estás en Broken Hearts!
—Hola, Fernando. Esta es la primera vez que hablo. Me llamo Layla.
—Oh, ¿Cómo la historia persa de Layla y Majnun?
—Pues no sé. Mis padres me pusieron así por una canción de Eric Clapton.
—Entonces sí es por la historia persa.  Pero bueno, dime cuál es tu duda.
—Sí, mira. Siempre me he preguntado por qué los hombres no reconocen que también utilizan el sexo para conseguir lo que quieren.
—¿Pero cómo vamos a usar el sexo para conseguir lo que queremos, si lo que queremos es sexo? —Risas pregrabadas se escucharon— ¡Siguiente llamada!
—Hola, mi nombre es Samanta
—¿Samanta?
—Sí. ¿Qué, también viene de un cuento persa?
—No, no mi querida Samanta —Rió Fernando—, sólo que ese nombre es algo nostálgico para mí. Oh, no, Fernando se ha puesto nostálgico. Mejor pasemos a lo que te inquieta, preciosa.
—Pues resulta que tengo una amiga que es androfóbica
—¿Andro-qué?
—Androfóbica, que le tiene miedo a los hombres.
—¿Algo así existe?
—Según Wikipedia y mi amiga: sí.
—Pero qué horror. Pobre creatura. Ser privada de la pasión, el romance, el placer carnal… ¿por un miedo?
—Pues no es tan malo vivir privado de lo que mencionas, pero para empeorar las cosas esta chica se casa en 5 meses. Y si no es tratada o curada, se podría infartar o hiperventilar en su luna de miel.
—Madre de dios. Esto no puede ser.
—Pues así es.
—No te preocupes querida escucha, Fernando irá a atender este peculiar caso. Necesito tu dirección, por favor.
—Vale, la dirección es…
—¡No, al aire no se puede dar direcciones! —Fernando se aclaró la garganta y prosiguió—. Queridos escuchas, se quedan en manos de Christy y de esta canción llamada Owner of a Lonely Heart, del grupo Yes. Su querido locutor volverá cuando esta pobre criatura conozca las mieles de la vida. Samanta, por favor no me cuelgues…

Eran las 4:30 A.M. Nashia se encontraba todavía amodorrada. Fernando hizo sonar un silbato y ambos empezaron a trotar por la acera de la calle Ztak.
El asfalto mojado —resultado de una lluvia nocturna, de invierno— reflejaba la luz de los postes y anuncios.
—Y así da comienzo el método para curar la androfobia, patentado por Fernando —Anunció excitado.
—D-disculpe s-señor Ramírez.
—No, no —replicó Fernando—, nada de señor. Llámame Fernando.
—D-de acuerdo, señor… Fernando.
—Dime, pequeña, ¿qué te preocupa?
—¿U-usted está o ha e-estado casado?
—¿Un galán como yo? —Bufó—. No pequeña, si Fernando Ramírez contrajera matrimonio, enviudaría al siguiente día. Pues las mujeres más hermosas de los cinco continentes enfurecerían y culparían a la afortunada… o desafortunada. Depende de cómo se mire.
Nashia se detuvo en seco. Cruzó los brazos y frunció el entrecejo.
—¿No me crees? —Dijo Fernando entre jadeos y vahos níveos—. Vale, te contaré la historia —Una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica—. Pero te advierto que no te servirá para mejorar tu problema, y  es una historia aburrida en demasía.
—N-no i-importa
—De acuerdo —Fernando hizo acopio de todo su esfuerzo para recordar aquella enterrada historia—. Todo empezó en noveno grado (En navidad para ser exactos). Yo había pedido una patineta, pero Papá Noel pensó que sería más constructivo ignorar mi petición y obsequiarme un telescopio.
>>Curiosamente sí iba a ser más constructivo y educativo el telescopio. Ya que en cuanto le puse las manos encima, mi curiosidad por ver lo que me rodeaba fue saciada. Por su puesto, lo que me rodeaba abarca los edificios cercanos.
>>Un día, mientras curioseaba en la vida de mis vecinos, divisé a una hermosa mujer de largo cabello negro, ojos verdes como el jade, y sonrisa y andar coquetos. De inmediato quedé hipnotizado por su belleza.
>>A los pocos días invité a un amigo llamado Chris para que fuera testigo de mi gran descubrimiento. De piedra me quedé cuando dijo:
>>—Mira, también tiene un telescopio. Y está apuntando hacia acá.
>>Por instinto me escondí en un lugar seguro.
>>—Está escribiendo algo —dijo emocionado mi amigo—. Dice que se llama Joey —El discreto de mi amigo saludó agitando vigorosamente la mano. Tomó una libreta del colegio, un rotulador, y escribió su nombre.
>>—Idiota, ¿qué haces? —Le recriminé.
>>—Siendo sociable… Oh, espera, está escribiendo —demoró poco, pero para mí fue una eternidad—. Pregunta que si el que está escondido en el librero es el chico guapo que la espía todos los días.
>>—¡Venga ya! No estoy para bromas —Miré en el telescopio y eso era lo que ponía en la libreta… literalmente ponía el chico guapo que me espía todos los días—. Yo estaba rojo como la plaza roja de Moscú. Deseaba con todas mis fuerzas que la tierra me tragara. Pero antes de pensar en una solución realista, mi buen amigo ya estaba respondiendo afirmativamente. No me quedó de otra más que saludar  con una mano.
>>En aquél momento sólo quería asesinar a mi Chris, ya que  no sospechaba que esas tonterías pueriles se convertirían en una hermosa y original relación con el pasar del tiempo.
>>Al llegar de la escuela de inmediato escribía mis vivencias y las ponía en la ventana. Así me enteré que ella iba en una escuela del otro lado de la ciudad, que vivía con su madre entre semana y con su padre los fines de semana. Tenía un lunar abajo del ombligo y arriba de la lujuria (justamente en ese punto intermedio). Su comida favorita era la lasaña, su bebida la piña colada, su color favorito el magenta y un largo etcétera.
>>—Buenos días señor y señora Ramírez. Buen día Joey, Fernando. —Saludó mi amigo una calurosa tarde estival—. Fernando amigo mío, tengo algo muy importante que decirte
>>—Dime, sabes que puedes confiar conmigo
>>—¿Hasta dónde pretendes seguir con Joey?
>>—Pues cuando termine con mis libretas, seguiré con las de mi hermana.
>>—¡Estoy hablando en serio! —Me reclamó.
>>—Pues sé más explícito, que no te entiendo.
>>—Tu relación con Joey empezó como una broma, pero poco a poco se empieza a formalizar. ¡Sabes más de ella que de tu familia!
>>—Eso no es verdad  —Dije testarudo.
>>—¿Cuál es la comida favorita de tu madre? ¿Dónde tiene tu hermana su lunar más visible?
>>—Fácil —contesté—. La comida favorita de mi madre es el brócoli, y el lunar más visible de mi hermana… es en… ¿la espalda?
>>—Brócoli no es una comida, y la espalda no es un lugar muy visible que digamos… ¿Es que acaso no te das cuenta que hay un mundo que se puede ver a simple vista sin necesidad de un telescopio? ¿No te das cuenta que hay personas que te estiman más de lo que demuestran?
>>—Tienes razón… —La esperanza se dibujó en el rostro de mi amigo—. Voy a dar el siguiente paso y formalizar la relación con Joey. Eres un buen amigo.
—En serio le dijiste eso a Christy —Preguntó Nashia, quien por lo intrigada y sumergida que estaba con la historia dejó de tartamudear.
—Así es…
—¡Q-qué cruel! Y ella d-declarándose ahí en frente de ti.
—Lo sé, lo sé… —Fernando hizo una pausa. Abrió los ojos de par en par y preguntó con un hilo de voz— ¿Cómo supiste que mi amigo era en realidad Christy?
—Chris/Christy. Hay que tener más imaginación p-para los nombres si no quieres revelar la identidad de la p-persona —Nashia y Fernando rieron por un buen rato. Cuando recuperaron la compostura, Fernando prosiguió.
—De acuerdo, lo acepto. En noveno año yo era tan poco popular y antisocial, que mi único amigo era la listilla del salón, un libro titulado Cómo conseguir amigos e influir en las personas, y más recientemente Joey —Fernando suspiró, y tomó asiento en la banqueta.
>>Un día (madrugada para ser más precisos) Joey me dijo que estaba muy sensible por algo que le había sucedido recientemente. Yo me armé de valor y fui a su apartamento con ramo de rosas en mano. Al llegar me abrió ella… Dios, era más hermosa en persona que en la mira del telescopio. No se requirieron palabras. Ella me abrazó, derramó unas lágrimas tan puras y cristalinas sobre mi hombro, y así estuvimos por un tiempo. No sé decir cuánto tiempo con exactitud, pues el tiempo pareció detenerse para los dos. Finalmente ella fue la primera en hablar:
>>—No sé cómo agradecer todo lo que has hecho por mí. Eres con seguridad el mejor amigo que he tenido. ¡No, eres más que un amigo!
>>Cuando en una historia melosa y cursi leas que a la persona el corazón le palpitaba a gran velocidad, como si éste fuera a salir en cualquier momento… ¡Creedlo! Es verdad. Las piernas soportaban mi peso por inercia, el pulso lo tenía por las nubes.
>>Sus ojos me miraban fijamente. El claro de luna bañaba su figura…
>>Finalmente lo dijo:
>>—¡Eres un hermano para mí! —Ella se inclinó y me dio un beso en la frente. Un beso que se suponía tenía que ser dulce como la miel, como un terrón de azúcar. Pero en ese momento me pareció tan frío y agrio como el forense diciendo las causas de la muerte y cubriendo el cadáver para que se lo lleven.
—Y-yo c-cuanto lo si-siento —Artículo con trabajo Nashia.
—Pero si falta mi parte favorita. Cuando me dice que yo soy el ejemplo viviente de que un hombre pude ser amigo de una mujer, sin llegar a otra cosa.
>>Yo siempre le he dicho eso a mi novio cuando hablo de ti —me dijo—, y él no me cree. Afirma que tú deseas algo más.
>>¿Yo desear algo más? ¿Pero por qué clase de persona me toma? —Dije por instinto, al borde de la risa y el llanto.
>>¿Verdad? Lo mismo digo.
>>Y así este humilde locutor de radio conoció lo que en una sitcom de 1994 denominaron: Friend Zone.
>>Posteriormente lo intenté con Christy y ella me dijo que yo la había mandado a la Friend Zone y que de ahí no se movería por si las dudas, por lo que si quería, podíamos ser buenos amigos. Mismos que seguimos siendo hoy en día. Ella en los controles y yo sacándole partido a mi voz sexy y a mi experiencia amorosa-desastrosa.
—E-espera… ¿Sólo tuviste una experiencia amorosa?
—Sí. Posteriormente todo fue carnal y pasión cuya magia se rompe al amanecer.
—¿Y así e-eres l-locutor de un p-programa de radio de p-problemas a-amorosos?
—Claro.
—¿Cómo?
—Oh, mon chérie. Recuerda lo que dice Leon Tolstoi:

“El que ha conocido sólo a su mujer y la ha amado, sabe más de mujeres que el que ha conocido a mil”


—Pero bueno, me he puesto nostálgico y no hay algo que arruine tanto mi reputación como ponerme nostálgico, así que sigamos. ¿Tienes algo de música?
—No. N-no sabía que t-tenía que t-traer.
—No te preocupes, yo pienso en todo —Fernando sacó un reproductor MP3 de la bolsa de su pantalón y se lo entregó a la chica—. Esta canción amenizará el entrenamiento.
Gonna Fly Now —Leyó Nashia en la pequeña pantalla LCD del reproductor.
—Así es, así que corriendo que se nos hace tarde.

Ambos salieron a mayor velocidad.  Corrieron por la playa, por la autopista, zigzagueando entre angostas calles, terminando el recorrido subiendo las escaleras del ayuntamiento.

Eran las 19:00 hrs. Cuando regresaron empapados en sudor.
—Y bien, ¿qué tal les fue? —Preguntó Samanta
—Excelente, Sam. Mi tartamudeo ya no es tan marcado y ya puedo tocar la mejilla de un hombre.
—Vaya, el “todas mías” sí está cumpliendo su promesa.
—¿Acaso dudaste de mí, hermosa dama?
—No —Respondió Samanta con una sonrisa—. Sigo dudando. Así que demuéstralo, Nashia.
—Adelante —Apremió Fernando mientras se ponía de cuclillas y con su dedo índice señalaba su mejilla izquierda—. Tú puedes.
Nashia demostró los frutos de su entrenamiento asestando un derechazo al rostro de Fernando. Un golpe con tal fuerza que lo dejó inconsciente de inmediato.
—¿Viste, Sam, viste? —Preguntó Nashia dando saltos de alegría—. Toqué a un hombre y no estoy hiperventilada.
—¿En qué diablos consistió el entrenamiento?
—¿Eh? Pues un poco de todo. Pero en su mayoría boxeo y kick-boxing. ¡Ah, y algo de Mu-thai!
—Sin comentarios —Dijo Samanta mientras retomaba su partida de Earthbound (o Mother 2).

<<Resultado del método de Fernando: Peor es nada>>


3 Meses para la boda

—Y ahora con ustedes llega el novedoso, práctico y verdadero método para curar la androfobia —Aseguró Samanta, misma que se giró en dirección a Fernando y prosiguió—. No como los falsos profetas que ven películas de Rocky y sienten que con eso lo arreglan todo…
—¿P-podrías continuar, Sam?
—Por supuesto —Retiró una sábana que cubría un pizarrón con cuadros sinópticos, fórmulas y mapas de juegos de vídeo—. Me enorgullezco en presentar el Métdo Samanta para curar la androfobia —Nashia aplaudió enérgicamente a pesar de no entender ni el 10% de lo que se encontraba escrito en el pizarrón.
—¡Qué bien, q-qué bien...! ¿Y en qué consiste?
—Excelente pregunta —Samanta se aclaró la garganta—. El miedo a los hombres que dices tener… ¡Es una farsa!
—Sí claro —bufó Fernando—. Tan farsa que si ahorita abrazo a la chica terminará en el hospital.
—No escuchen a los falsos profetas y permítanme continuar —Samanta señaló algunas fórmulas en el pizarrón con un láser—. Nashia no le tiene miedo a los hombres, sino a lo desconocido. Me explico, ¿Di por favor a los presentes cuánto conoces de un hombre?
—Pues no mucho.
—¡Ahí está! Tu miedo reside en temer a lo desconocido. Por eso, haré que conozcas a los hombres a fondo.
Una afirmación algo pretenciosa, ¿no cree? Venerable y verdadera profeta.
—¡Calla insolente o serás excomulgado!
—¿P-perdón por interrumpir, p-pero cómo lograré conocer a los hombres a fondo?
—Síganme, por favor.
Samanta los guió a su habitación, en se encontraba un proyector con tecnología 3D, un sistema de teatro de 7.1 canales y una silla de la que salían unos extraños brazos metálicos. Mismos que a su vez tenían unos delgados dedos de metal.
—Toma asiento, por favor.
Nashia obedeció al instante. Samanta ató sus brazos y piernas.
—¿Te aprieta mucho?
—Así está bien.
—Esto es una locura. Mejor voy por ayuda —anunció Fernando.
—Huye, falso profeta, y regresa cuando los resultados de mi método den frutos —Samanta buscó algo entre varias cajas que se encontraban esparcidas por su habitación—.
—Sam.
—¿Eh?
—¿Te puedo preguntar algo?
—Eso ya es una pregunta.
—Perdón.
—Venga, pregunta.
—¿Estás saliendo con el chico al que llamas Runic?
Samanta sacó su cabeza con brusquedad de la caja en la que estaba buscando, sin darse cuenta de un pequeño estante que se encontraba a unos escasos centímetros arriba, dándose un buen golpe.
—¿Pero qué clase de pregunta es ésa?
—Perdón
El silencio imperó por un momento en la habitación, hasta que Samanta lo rompió:
—No, no salgo con él.
—Oh, ya veo. ¿Y con el Francotirador?
—¡Menos!
—¿Y no tienes interés de salir algún día con alguien…? Tú sabes, casarte.
—¡No! Primero consigo una copia de E.T. para el Atari 2600  e intento terminar el juego completo antes que salir con alguien.
—Tomaré eso como que nunca saldrás con alguien.
—Excelente interpretación, Naisha.
—¿Pero por qué? ¿Te rompieron el corazón como a Fernando? ¿Te mandaron a la Friend Zone?
—No, nada de eso.
—¿Entonces por qué? No me explico.
—¿Pero quién dice que es obligatorio enrolarse con alguien para sentirse completo?
—Pues para que prevalezca la especie.
—Eso es diferente, eso es reproducción. Si la humanidad está al borde de la extinción, no me importaría regalar mis ovarios o la inseminación artificial para que la raza humana sobreviva.
>>El amor sólo es una sustancia segregada por el cerebro, la cual dura unos meses. El problema es que el humano antes que un ser racional es un ser emocional, y por eso ha convertido el sustantivo amor en un sustantivo abstracto y ambiguo, sujeto a interpretaciones. El significado emocional más cercano a la realidad es el que da Fernando Pessoa:

“Nunca amamos a alguien: Amamos sólo la idea que tenemos de alguien. Lo que amamos es un concepto nuestro, es decir, a nosotros mismos”

>>Siguiendo lo antes citado, yo no soy la fría persona que no ama, pues me amo a mí misma y lo reconozco, cosa que la mayoría no ve…
—¿Entonces Joey?
—Así es. O es una invención de Fernando o por enamorarse de su idealización que formó por medio de una chica atractiva vista a través de un telescopio; el golpe que recibió fue el doble de fuerte.
>>Así que basta de charlas. El amor no me ha interesado, no me interesa y diría que jamás me interesará, pero sonaría muy pretencioso. Estoy feliz así, no necesito llenar un vacío (que no existe) con otra persona y no tengo una infancia traumática. Todo lo contrario, mi infancia está llena de buenos momentos de los cuales no daré ejemplos —El brazo metálico bajó y con pequeñas agujas los párpados de Nashia no se cerraron en 5 horas. Samanta estuvo pendiente de hidratar los ojos de su amiga con pequeñas gotas.
Las luces se apagaron y el experimento comenzó. Imágenes y películas Yaoi[6] desfilaron sin pudor enfrente de los ojos de Nashia, a la cual, pareció no afectarle… hasta que Samanta puso como música de fondo uno de los grupos favoritos de la chica. Fue en este punto cuando los gritos desgarradores de Nashia alarmaron a los vecinos, que a su vez dieron aviso a las autoridades.
Al salir de aquella cámara de tortura, la chica parecía estar en modo zombie, es decir, con las reacciones más básicas.
Fernando se acercó y la examinó.

Lo que Nashia vio:
Fernando estaba semi-desnudo. Éste le preguntaba a uno de los oficiales si le frotaba la espalda. A lo que el guardián de la ley respondió con un tímido
—Por favor sé gentil.

Lo que los demás vieron:
Nashia tenía la mirada perdida y balbuceaba algo ininteligible. No tenía reflejos, y en un punto tuvo una hemorragia nasal y ardió en fiebre.

—¿Pero qué le has hecho? —Preguntó Fernando a Samanta—. Monstruo…
La ambulancia se llevó a la Chica y a Fernando. La primera sólo requirió de reposo. El segundo tenía dos costillas rotas, resultado de decir lo que pensaba en voz alta y en frente de Samanta.


<<Resultado del método de Samanta: sin clímax, sin resolución, sin sentido>>



1 Mes para la boda

Una tarde calurosa de verano, Nashia, Samanta y Fernando se encontraban tirados en la sala del apartamento de las chicas, con un ventilador cerca.
—Jugamos de nuevo Guitar Hero —Preguntó Samanta
—No —Respondieron en coro Nashia y Fernando.
—Entonces sigamos aquí.
—Buena idea —respondieron los dos.
Todos estaban sin ganas de hacer algo que conllevara actividad física.
—¿Y por qué no simplemente te niegas a casarte? —Preguntó Fernando.
—No puedo. La boda la arreglaron mis padres desde que era pequeña. Incluso han dado el presente que tiene que dar la novia…
Entonces, inesperadamente, alguien llamó a la puerta.
—Yo no voy —Dijeron los 3 a coro.
—Que todo se decida en un Piedra, papel o tijeras —Propuso Fernando. Las chicas estuvieron de acuerdo.
¿Mala suerte? ¿Destino? ¿Casualidad? Nadie lo sabrá jamás. Lo que sí es seguro es que Fernando tuvo que abrir la puerta.
Afuera se encontraba un militar de avanzada edad, nervudo. Pero con un porte que lo hacía destacar. Tenía más medallas y condecoraciones en su saco que las que Samanta tenía en Battlefield 3. Una boina color carmesí dejaba entrever cabellos blancos. Debajo de estos se encontraba unas cejas pobladas y unos ojos azul zafiro.
—Buenas tardes. Soy el coronel Roy Trautman y vengo por mi chica —Se presentó—.
—¿Su chica?
—Samanta Smith.
—Oh, claro… Espere —Fernando frunció el ceño— si es su abuelo, porque no tienen el mismo apellido.
—Yo la entrené, yo la adiestré y todo lo que sabe es gracias a mí. Eso la convierte en mi chica.
—De acuerdo…
—Y dígame, ¿es cierto que usted vive con ella?
Fernando pasó saliva con esfuerzo.
—No, no. Yo sólo vengo de visita a diario. No se preocupe, su chica está bien, yo no he hecho algo…
—Mire, creo que no me comprende. Yo no vine a salvar a la chica de usted; sino a usted de ella.
Fernando se cuadró y saludó militarmente.
—Coronel, le estábamos esperando. Ojalá hubiese llegado un poco antes. Este soldado recién se recupera de dos costillas rotas.
—Vaya, al parecer le caes bien. ¿Ves este ojo? —Señaló su ojo derecho.
—Sí, ¿qué tiene?
—Es de vidrio —Lo sacó de su cuenca y lo mostró—. Todo por decirle que jugaba como novata.
Fernando de inmediato le cedió el paso. Al ver al coronel, Samanta se levantó olvidando su pereza de hace un momento y corrió a su encuentro.
—Coronel, solicito permiso para saludarle de forma informal —Gritó.
—Permiso concedido, soldado.
Samanta se abalanzó al coronel. Lo abrazó, le quitó la boina y rió como una pequeña e inocente niña.
En 30 minutos pusieron al corriente al Coronel de lo que había sucedido en los últimos meses, sin omitir detalles.
—Comprendo… —Encendió su pipa e hizo unos cuantos aros—. No se preocupen, yo puedo encargarme de esta misión de alto riesgo. En tres semanas será un hombre nuevo.
—P-pero no quiero ser un hombre nuevo.
—Entonces serás un hombre viejo, pero serás un hombre.
Fernando y Samanta dudaron un poco… Pero al ver que no tenían más opción y que el tiempo límite se acercaba, aceptaron la ayuda del Coronel.

Campo de entrenamiento. 0400 hrs.

El sonido de una trompeta anunció el inicio del entrenamiento.
—¡Despierten par de haraganes! ¡Despierten!
—Disculpe, me podría decir por qué yo estoy aquí —preguntó Fernando—.
—¡Por <<afeminator>>!
—Eso es una falacia.
—¡20 lagartijas en este momento por contradecir a su superior! ¡No, mejor que sean 30!
Fernando empezó con las lagartijas antes de que el Coronel cambiara de opinión.

Una vez estuvieron listos Nashia y Fernando, el Coronel habló así:

—Escúchenme bien, gusanos. Ustedes no son nada. En la pirámide alimenticia se encuentran lo más bajo que se puede ser en la milicia…
—Que es en donde estamos —terminó erróneamente la oración Fernando.
—20 sentadillas por interrumpir
—¡Señor, sí señor!
—Como les decía antes de que este pusilánime me interrumpiera, debajo de lo más bajo de la milicia se encuentran los civiles, posteriormente los mamíferos más inofensivos, después las plantas, posteriormente las rocas, después 5 metros de excremento y todavía un poco más abajo están ustedes. Lo que quiere decir que la pelusa del ombligo es más importante que ustedes. Pero no se preocupen, que por eso estoy aquí, para llevarlos al escalón en donde se hayan los civiles… y eso espero que lleguen ahí.
>>Así que dime tu nombre, miedosa.
—¡Solicito permiso para responder, señor!
—Permiso concedido.
—¡Soldado Nashia, señor!
—Pues a partir de ahora serás Bola de Nieve.
—¡Solicito permiso para decir “Ay, qué lindo” y agradecer mi nuevo nombre, señor!
—Permiso concedido
—¡Ay, qué lindo! Gracias por el nuevo nombre, señor. Lo portaré con resignación hasta que mi coraje y mi valor me brinden un nuevo nombre.
—Soldado Nashia, tiene potencial, mucho potencial.
—¡Solicito permiso para preguntar, señor!
—Permiso concedido
—¿Alguna vez se ha casado, señor?
—Sí, en Vietnam. Con mi país.
>>50 abdominales soldado afeminator.
—¿Pero por qué?
—25 por no tener potencial y 25 por cuestionar mi autoridad.
Las semanas pasaron volando. Nashia se divirtió como nunca… Mientras que Fernando logró sobrevivir.

1 semana para la boda

—¡Chicos! ¿Qué tal les fue con el coronel Trautman?
—¡Solicitamos permiso para responder, señor! —Solicitaron los dos al unísono.
—Permiso concedido —autorizó el coronel.
—¡Fue una grata experiencia, señor!
—Vaya que sí dan miedo estos robots. ¿Y qué tal tu fobia, Nashia? —Cuando terminó la pregunta, Samanta tocó el hombro de Nashia y ésta respondió con una llave de Krav Magá.
—Habla, espía del vietcong, ¿Dónde se ocultan los demás?
—¿No sé de lo que hablas? —Chilló Samanta.
—Respuesta equivocada…

<<Resultado del método del coronel: Espías del vietcong, espías del vietcong everywhere>>






El día de la boda

El miedo la apresaba, la asfixiaba. Recorría su cuerpo con lentitud, por su torrente sanguíneo, como si se tratase de un veneno. Necesitaba pedir auxilio, correr en busca de un antídoto, salir de ahí cuanto antes… o el miedo la engulliría y no dejaría rastro de ella.
De repente, un grito agudo desgarró la tranquilidad del recinto:
—¡El novio ha desaparecido!
Todo se convirtió en un caos. Los invitados empezaron a buscar al novio.
—¡Aprestad las armas y cuidad de las salidas! —Ordenó la madre de la novia—. No puede estar muy lejos.
Nashia finalmente tomó una decisión… Aprovechó el caos y salió corriendo de ahí.
El recorrido no fue fácil, tuvo que sortear obstáculos y parientes histéricos. Finalmente la salida se vislumbró… Pero no pudo pasar.
Un chico elegantemente vestido con un Sherwani[7] de algodón color azul con bordados en hilo de oro intentó pasar al mismo tiempo que Naisha. Como ninguno de los dos cedía, no podían salir. Finalmente la chica vio la cara del chico y se llevó una gran sorpresa:
—¿S-shakti?
El chico retrocedio trastabillando para alejarse la mayor cantidad posible de Naisha.
—¿P-pero qué haces aquí? ¿Se supone que te ibas a casar conmigo? —Preguntó desconcertada Naisha.
El chico sacó una libreta y un bolígrafo del bolsillo de su pantalón y anotó con mano temblorosa:

<<Lo mismo puedo decir de ti>>

—B-bueno, pero es que yo… es una larga historia.
El chico señaló de nuevo la nota, tapando con un dedo la parte que decía: “de ti”.
—P-pero dime, ¿P-por qué intentabas huir?

<<Prometes no reír>>

—L-lo prometo por un Death Knight de Azaroth
El chico no necesitó escribir algo. Su expresión denotaba que no había entendido la referencia de World of Warcraft.
—P-perdón… L-lo p-prometo.

El chico se puso rojo como un tomate. Finalmente le pasó una nota a Naisha.

<<Me das miedo>>

—¿P-pero p-por qué?

Después de una breve pausa, otra nota le fue entregada a la chica:

<<Porque soy venustrafóbico. Me dan miedo las mujeres hermosas…>>

Nuevamente Azaroth se quedó sin un Death Knight…











































 

CARTA 1




Experiencia: Personalmente el haber participado en el concurso Cita a Ciegas fue una aventura, un viaje lleno de aprendizaje. El compartir las ideas con alguien fue algo totalmente nuevo para mí, ya que soy tan reservado e introvertido, que incluso escribo en cirílico mis borradores para evitar intromisiones.

Lo que se aprendió: Como anteriormente dije, fue un viaje lleno de aprendizaje. Entre lo que puedo resaltar
·         Trabajar en equipo: Algo que no imaginaba, pero que al final fue gratificante y muy beneficioso para el trabajo final.
·         Trabajar con un género desconocido: Yo soy fiel seguidor de la literatura histórica, fantasía épica, noir, drama, suspenso, bélico, etc. Entonces, hacer una comedia de situaciones supuso un magno reto.

Lo bueno:
·         Todo lo aprendido
·         El conocer a otra persona
·         Un compañero puede ser el mejor editor que uno puede tener.
·         Apoyo mutuo y recíproco

Lo malo:
·         No tener contacto con la pareja en todo un día, hace que dicho día se pierda.

Decir si ha quedado satisfecho con la historia:

Sí, totalmente. Creo que Lonely Hearts refleja bien (y de forma hilarante) el ser “Forever soltero”; y no con un soltero como protagonista, sino con 5: Uno resultado de un trauma (Fernando), uno porque de plano no le interesa (Samanta), uno por estar casado con su país (Coronel Roy Trautman) y dos por sus fobias (Naisha y Shakti).


 

10 Cosas  que no sabías sobre Lonely Hearts



1.      El título: Lonely Hearts tiene dos significados:
·         Es el nombre de un programa de radio del juego GTA San Andreas. En dicho programa se resuelven problemas amorosos.
·         Homenaje a la canción de 1987 Owner of a Lonely Heart, del grupo Yes.

2.      Naisha: Naisha significa “Especial” en Hindi. También se deriva de la palabra árabe que significa "misericordia" o "recuperarse".  Nombre que le va de maravilla a la protagonista.

3.      Samanta Smith: En un principio había puros hombres en el elenco. Pero tras hablarlo mucho, se llegó al acuerdo de que habría un personaje femenino por lo menos. Fue así como nació el clon videojugador de Samanta Puckett (iCarly).

4.      Fernando Ramírez: Este carismático personaje está basado en Fernando Martínez, personaje ficticio de la saga Grand Theft Auto. Locutor de la estación Emotion 98.3 en GTA Vice City.

5.      Coronel Roy Trautman: Homenaje a dos grandes coroneles:
·         Roy Campbell, coronel del videojuego Metal Gear Solid.
·         Coronel Trautman, personaje de la película First Blood (Rambo/Acorralado).´

6.      Los distintos métodos para ayudar a Naisha están inspirados en grandes películas:
·         Método de Fernando: Este método está basado en la película Rocky  (1976). No en valde la música del reproductor de Fernando es Gonna Fly Now.
·         Método de Samanta: Una versión Yaoi del método empleado en A Clockwork Orange (La naranja mecánica).
·         Método del Coronel: Un homenaje al largometraje de Stanley Kubrick, Full Metal Jacket (La chaqueta metálica en España, Cara de guerra en México y Centroamérica, y Nacido para matar en Sudamérica).

7.      Calle Ztak: Referencia a Silent Hill 2. Si se lee al revés, dice Katz; calle en donde se encuentran los apartamentos Blue Creek.




8.      KCLL 98.3: Homenaje a dos estaciones de radio:
·         KCL: Estación de radio del doctor Frasier Crane. La “L” de más es para evitar demandas de derechos de autor.
·         98.3: Frecuencia de la estación Emotion. Misma que se encuentra en Grand Theft Auto Vice City.

9.      Para la realización de Lonely Hearts, uno de sus autores vio muchas sitcom de los años 90s, entre ellas Dawson´s Creek (1998), de donde es tomado el nombre de Joey; Friends (1994), donde aparece la palabra Friend Zone; Frasier (1993), de donde se tomó el nombre de la estación KCL y el chiste de “por qué los hombres no aceptan que también utilizan el sexo para conseguir lo que quieren”.

10.  Shakti/Raj: Este personaje en realidad se llama Shakti (poderoso), pero por un error  (enviar la versión 1.0 al concurso), muchos lo conocieron como Raj…  Precisamente está basado en Rajesh Ramayan Koothrappali (The Big Bang Theory).





Nota: Ningún Death Knight nivel 67 fue lastimado en la realización de esta historia.



[1] Vestido tradicional hindú.
[2] Tradición hindú durante la cual se pinta a los novios con una tintura elaborada con polvo de cúrcuma y sandalia
[3] Lugar donde se llevan a cabo las bodas hindúes.
[4] No en Ruso.
[5] Apúrate, vamos, deprisa.
[6] Término japonés que denota la representación romántica, artística o erótica de relaciones de amor homosexual
[7] Traje tradicional Hindú

1 comentario:

  1. hola en lo personal no soy una persona que acostubre la lectura, pero lonely hearts es una historia creativa y muy original ya que de una u otra manera alguna vez nos hemos visto envueltos es situaciones ligeramente parecidas y siempre estamos rodeados de alguien que de una foema u otra estaran ahi para acompañarnos en nuestras aventuras Felicidades a quien escrbio esta aventura ya que demuestra un gran potencial para escribir,

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