Una rota para un descosido
Un cuento en que el amor es el villano,
el odio el carismático
protagonista y la condición humana obra de
damisela en peligro.
“Una persona no es
mala por naturaleza… lo
es por instinto”
Una rota
Unos estudios recientemente han indicado que para el
2012 en el planeta seremos 7000 millones de habitantes, solo de pensar en ello
me dan escalofríos; como diría Susanita
de la tira cómica Mafalda:
“Pobrecitos de mis hijitos, vivirán apretujados”.
Por supuesto que por mis hijitos me refiero a mí
misma, y por apretujados me refiero a “encabronada”, ¿Hasta cuándo van a seguir
lanzando criaturas jodidas a este ya de por si miserable lugar?
Me levanto como todas las mañanas, escuchando en la
radio a esos maricones de Saulo y Jairo que son tan graciosos; como siempre,
están llamando a la bola de nacos cumpleañeros cuyas familias y amigos son más
nacos todavía. ¿A quién sino a un miembro del proletariado se le ocurre
regalarle a un cumpleañero una llamada emitida en radio local con un par de
maricones que se burlan de uno para hacer reír a los demás? Si algún día una de
mis amigas me hiciera la bromita, la eliminaría del facebook y no volvería a
hablarle nunca más. Pero bueno, dejando eso de lado, los tipos son muy graciosos
y saben como pocos decir las verdades a una persona con muy pocos minutos de
conocerla; son excelentes para comenzar el día con una sonrisa.
Tomo una ducha de 30 minutos, me arreglo fantástica y
preciosa como solo yo puedo y después bajo para tomar el desayuno que mi
sirvienta ya me tiene preparado, solo que la muy bruta ha quemado mucho el pan
tostado otra vez.
― ¡LORENA! ― Le grito, como se merece con un error de
semejante magnitud.
Ella viene corriendo con toda la velocidad que le
permite su enorme barriga en conjunto con sus ridículamente cortas (y también
obesas) piernas, ¿Cómo es posible que solo por ser una mujer ligeramente mayor
se descuidara tanto? Me es muy difícil no esbozar un gesto de desagrado al ver
la jodida verruga que le adorna el cuello.
― El pan tostado está MUY tostado ― Le digo, señalando
acusadora a su pecado. ― Calienta más, tu puedes tragarte este si quieres.
Ella se disculpa con ese tono miedoso que siempre usa
mientras me suelta excusas estúpidas, esto es lo que más me irrita de ella: la
forma en que TODOS los putos días me llega con excusas para todo lo que la
regaño; ¿Tan difícil es aceptar un error y después largarse a repararlo?
Carajo, vaya forma de arruinarme la mañana.
Me llevo una mano a la sien y le agito la otra con
fastidio, dejando bien en claro que no quiero escucharla. Esto ha bastado para
que se retire con el pan quemado a preparar una nueva porción, por supuesto que
para cuando regresa los huevos estrellados son salchichas guisadas a un lado ya
están fríos.
La muy fastidiosa me ofrece recalentarme el plato, yo
simplemente meneo la cabeza en negación.
― Ya es tarde ― Le muestro los dientes, para que comprenda
mi repudio. ― Tendré que irme en ayunas, espero estés contenta… y a ver si vas
aprendiendo a hacer las cosas bien, que ya tienes 3 meses aquí.
Es que si una quiere las cosas bien tiene que hacerlas
una misma, eso me enseñó mi madre desde que era muy pequeña, no obstante, al
tener yo la posición, el dinero y la sangre… esperaba al menos ser poseedora de
los servicios dignos para una persona de mí categoría… grave error seguirlos
buscando en viejas inmigrantes que son tan flojas que ni siquiera completaron
su viaje para cruzarse a los Estados Unidos y prefirieron quedarse en México,
pero es que las empleadas nacionales tampoco son nada elegibles; son todas unas
pendejas ladronas que al primer descuido te roban joyería o cubiertos de plata.
Si hago memoria, solo he tenido un solo buen empleado
bajo mis órdenes en toda mi vida: Javier, ese joven veinteañero que era
jardinero y además limpiaba la piscina en casa de mis padres cuando yo era una
chiquilla de 16 años. A esa edad su abdomen era mi mayor anhelo, así que
siempre que hacia mantenimiento me decidía a tomar el sol para charlar con él.
Me salía siempre con la cursilería esa de que quería
ser Doctor, y que para ello necesitaba pagarse la carrera con trabajos de medio
tiempo parecidos a los que hacía en nuestra casa. En realidad nunca le ponía
mucha atención, solo me concentraba en ver su cuerpazo mientras trabajaba,
hasta que un día eso no fue suficiente para mí: lo seduje hasta el punto en que
terminamos desnudos en mi habitación, el ruido que hice durante la movida fue
tal que mi padre entró a la habitación y nos sorprendió en pleno acto. Comencé
a llorar, a decirle que Javier me había obligado a hacerlo y que me había dicho
que si gritaba por auxilio me mataría, esto bastó para que mi padre llamara a
“sus amigos” y se encargaran de él para después demandarlo y enviarlo
directamente a la prisión, por lo que estoy enterada, el pobrecillo sigue ahí.
Después de él todo han sido decepciones y corajes,
amas de llaves que son madres solteras gordas, viejas y acabadas, choferes
sordos, tarados e inefectivos y otras tantas clases de incompetentes que de
solo recordar me hierven las entrañas y me hacen preguntarme la única incógnita
en este mundo cuya respuesta nunca he podido encontrar:
¿Por qué todo el planeta está lleno de gente
inservible?
______________
Un descosido
― La puta madre
― Maldigo, dando un suspiro.
Otra vez ese pedazo de excremento reproduciendo ese
pseudogénero musical que suena como un montón de simios fornicando en una pista
de hielo. Todas las mañanas es lo mismo: ese pesado no entiende que el
reggaetón por la mañana es el equivalente a reggaetón en cualquier hora, es
decir: una reverenda patada en el culo para la ya podrida y asquerosa humanidad.
Recién abro los ojos y ya se me arruinó el día, vaya
bazofia.
Me levanto con pereza, enciendo la computadora y
mientras carga me tallo los ojos.
Me grita mi madre desde el piso de arriba, diciéndome
que ya es tarde y que el desayuno se me estaba enfriando, sin responderle subo
para tomar mi plato y bajo nuevamente sabiendo que la computadora ya está lista
para ser usada. Lo primero que hago es abrir el WOW, para dar inicio a mis
tareas matutinas.
Soy el mejor guerrero de todo el servidor. La noche
anterior, finalmente completé la armadura de la temporada después de 6 meses de
arduas y salvajes batallas en las arenas en compañía de mis selectos compañeros
de equipo, orgullosos poseedores del tercer lugar en el ranking. Ahora era hora
de presumir el logro y de disfrutar del placer de ser el primer usuario en todo
el servidor en conseguir el conjunto completo.
Justo comienzo a presumir en el canal de chat cuando
hay una desconexión. Odio lo inestable que es el internet por las mañanas, ¿Tan
difícil es para una compañía dedicada a brindar a las personas internet
mantener un servicio decente en horas matutinas? Es lo único que deben hacer y
no son capaces de hacerlo bien, como se esperaba, todos son un montón de
pendejos incompetentes en este país de mierda.
Estoy muy molesto, el reggaetón que escucha el simio
de la casa de al lado solo me hace enojar aún más. Con mal humor grito a mi
madre.
― ¡MAMÁ, ESE SONIDO DE MIERDA YA ME TIENE HARTO!
Ella me responde con temple que si tanto me molesta
vaya y le pida al vecino que le baje al volumen, ¿Está loca? Esa clase de
gorilas no serán capaces de sumar 2+2, pero son muy fuertes y seguramente me
patearía por pisar su territorio o algo parecido. Después de todo, así son los
animales.
Prefiero contrarrestar poniendo un poco de rock pesado
en mi reproductor de la computadora, ¡mucho mejor!… ahora, a resolver mi otro
problema: el internet.
― ¡MAMÁ, HAY QUE LLAMAR A LOS DEL INTERNET!
Ella me dice que le dé tiempo, que es natural que
falle a veces pero que seguramente regresará en unos cuantos minutos. Mientras
tanto, me pide de favor que vaya a la panadería a hacer un recado.
― ¡ESTOY OCUPADO MAMÁ, VE TÚ! ― Le reprocho con enojo,
¿Cómo se le ocurre semejante desconsideración?
Como cada vez que me niego a hacerle mandados, mi
madre comienza a regañarme por no haber conseguido trabajo todavía y me echa en
cara los sacrificios que está haciendo para mantenerme aún cuando ya no le
corresponde, además de todas las horas que dedico a no hacer nada. El fastidio
que me provoca es tanto que para ahorrarme 30 minutos de sermón acepto de mala
gana ir a la jodida panadería. De cualquier forma, al internet no se le ven
ánimos de regresar.
Me pongo lo primero que me encuentro en el closet y
salgo de la casa con el dinero en mano. ¿Por qué carajos hace tanto calor? Es
temprano y ya el jodido sol está fastidiándome la vida.
Paso frente a la casa del reggaetonero, junto con su
mujer (que está buenísima) se encuentra lavando el auto. Me quedo boquiabierto
al ver el tremendo cuerpazo que se carga su chica.
El simio se ha enterado que estoy admirando a su
hembra e inmediatamente me preguntó si necesitaba algo; vaya hijo de puta más
agresivo. Para evitar problemas, solo bajo la mirada y me alejo en silencio, es
increíble que sea varios años menor que yo y aún así se las dé de superior el
cabrón. No se puede esperar nada más de un troglodita.
Así es la gente en todo el mundo… todos son un montón
de agresivos, brutos, tarados y estúpidos que solo buscan pasársela bien
escuchando mierda mientras lavan sus autos. Son incapaces de darse cuenta de
que todo lo que ellos viven es una farsa total que no sirve más que para sentirse
bien en una vida vacía cubierta en la ignorancia y la incapacidad de abrir los
ojos.
Todos buscan las mismas tonterías: “belleza”,
“posición social”, “reconocimiento” y “amor”, peor todavía: dentro de su vacía
forma de ver la vida, si no tienes ninguna de esas cosas no eres nadie… esto me
hace preguntarme:
¿Por qué todo el planeta está lleno de gente
inservible?
______________
Una rota (de nuevo)
Ser gerente a mi corta edad es uno de mis mayores
orgullos, por ello lidero con efectividad y mano de hierro a todos mis
subordinados.
Algunas veces se dan casos de personas que no toleran
mi forma de dar órdenes y tratan de encararme; por supuesto que los pobres no
tienen ni idea de que soy la hija del presidente de la compañía y que no me
gusta complicarme las cosas tratando de hacerlos comprender mi forma de ver las
cosas, pues siempre he dicho lo mismo que el grandioso Don Chepe de “El
verguillas”: “A la verga lo que no sirve”.
Conforme pasan las horas, el hambre comienza a
debilitarme con notoriedad; llegando al punto en que me duele la cabeza. Decido
tomarme un descanso para ir a comer algo.
Pongo a Laura (secretaria y recadera personal) a
terminar mis papeleos y me excuso sin dar explicaciones, total, solo serán unas
dos horas (aprovecharé mi salida a comer para dar unas vueltas por las tiendas
del mall para bajar la comida y actualizar el guardarropa, ya que tengo casi un
mes sin ir de compras).
La división de la compañía de mi papá en la que
trabajo tiene un único defecto: la localización: se encuentra en la
panamericana, que es una carretera larga que mide todo América o algo así pero
que está repleta de locales feísimos y de varios yonques de autos que solo
hacen que esta ciudad, que de por sí ya es horrenda sea aún más repudiable para
los visitantes. Voy lamentando la fealdad del paisaje mientras recorro las
calles en mi auto (que por cierto es un Audi TT).
En el semáforo del retorno me percato de un local no
tan desagradable como el resto, ¿Cómo es que no lo había visto nunca antes?
“panadería española” dice, y aunque en mi vida nunca he escuchado algo que me
indique que la panadería española es altamente reconocida, no deja de ser
europea, y todos sabemos que lo europeo SIEMPRE será mejor que lo americano.
Decido darle una oportunidad.
Me estaciono al frente y entro por las simpáticas
puertas al estilo del viejo oeste, gran decepción: el pan que hay dentro luce completamente
idéntico a cualquier otro pan región 4 que haya visto antes. Para tratar de
saciar mi desilusión me acerco con el viejo arrugado que atiende el lugar
(dónde por cierto solo estamos un tipo horrendo de ropa arrugada y rostro
granoso y yo).
― Vengo a checar el lugar porque dice que es una
panadería española, pero todo lo veo igual a una panadería tepiteña cualquiera,
¿sí me explicas?
Lo que necesitaba, el tipo comienza a echarme la
historia de cómo él y su familia emigraron aquí en búsqueda de la felicidad
desde Sevilla y como fundaron esta panadería con sudor y lágrimas y como al
morir sus padres la dejaron a su servicio. Le interrumpo antes de que me salgan
arrugas.
― Pero ósea, ¿dónde están los panes europeos?
Él titubea, y comienza a echarme el rollo de que los
hornea con los métodos que ellos aprendieron allá y sabrá Dios que tantas otras
sandeces. He perdido el interés y me dispongo a finalmente irme con las manos
vacías. Me doy media vuelta y…
Choco accidentalmente con el granoso horrible que
estaba en la tienda, se había acercado con una bolsa de pan para pagar a la
caja y en el justo momento en que yo me di la vuelta se disponía a rebasarme.
Su bolsa de pan cayó al suelo y casi todo el contenido rodó por el mismo, peor
todavía: un poco de la harina de los panes se pegó en mi Gucci.
― Ten cuidado, fenómeno ― Le recrimino, con fastidio.
― ¡Mira como me has dejado el bolso!
No tiene caso pelear con él, los perros corrientes
pierden el linaje en las cruzas y con ello la inteligencia, con elegancia cruzo
la puerta.
Pero él no se
muestra agradecido con mi piedad, por el contrario: esbozó una serie de
palabras altisonantes dirigidas a mi persona y hasta una para mi mami apenas me
di la vuelta, como si eso fuera poco el gatete
ha lanzado una de las piezas de pan en mi dirección, este afortunadamente se
estrelló en la puerta.
Suspiro con profundidad, parece que voy a tener que
hacerle un favor al departamento de educación del país enseñándole a un naco la
diferencia de niveles que hay entre ambos, pues si no lo hago yo, se corre el
riesgo de que el muy igualado se atreva a postularse para presidente o algo así,
como varios pueblerinos se han atrevido a hacer antes en la búsqueda del “salir
adelante”.
― ¿Cómo me llamaste, nopal? ― Le pregunto, volviéndome
con desprecio.
______________
Un descosido (de nuevo)
― Dije que tú eres la que debe de tener más cuidado, y
que fenómeno será tú puta madre, PENDEJA ― Le repetí sin titubear, mientras
levantaba las piezas de pan del suelo.
Tremenda clase de inútil con la que me topo en la
panadería; no solo ha entrado preguntando por panes europeos, sino que la muy
idiota no fue capaz de entender la mitad de las explicaciones que el panadero
le dio para el nombre del lugar, al final prefirió ignorarlo y escapar, pero
fue justamente en ese momento cuando yo estaba por pagar el encargo de mi mamá
y en su giro terminó tirándomelo todo al suelo… para agregarle la cereza al
pastel me llamó fenómeno y me miró como si fuera mejor que yo, era natural que
le iba a responder con la misma moneda, ¿no? Le he dicho sus verdades y hasta
le he lanzado uno de los panes, por desgracia mi puntería nunca ha sido muy
buena y he errado por casi 2 metros. Entonces se ha dado la vuelta y me ha
pedido que le repita el insulto, ¡Así son todas las niñas fresas! Necesitan que
les repitas las cosas dos veces para poder ellas recordarlas por unos 4
minutos.
Comienza a decirme que yo soy solo un granoso obeso,
pueblerino pobretón y nacote emotizado con baja autoestima que no merece tener
voz estando una chica de su nivel en mi presencia y que debería de sentirme
afortunado que le haya visto, luego me sugiere que me consiga un bosque y me
pierda en el buscando unos crayones para que al encontrarlos me dibuje un mundo
en donde acepten ogros deformes. La dejo terminar su monólogo antes de
contraatacar, pues de cualquier forma sus palabras no me importan en lo
absoluto.
― ¡A mí me vale mierda que una pendeja como tú se pare
a mi lado, en las tiendas de mascotas venden lagartijas más lindas que tú,
pinche vieja flácida! Y tampoco me importa que me llames pobretón o nacote si
yo sé que no es así… y sobretodo: ¡NO SOY EMO, SOY ROCKERO! ¿Entiendes o te lo
deletreo, niña de papi? Seguramente aún estás en primaria así que te lo
deletrearé: S O Y R O C…
Me interrumpe, ahora arremete contra la posición
económica en mi familia, también me dice que la única cosa flácida en la
conversación es mí… bueno, hay límites para lo que quiero escribir al respecto.
Me dijo que me fuera a cantar a los camiones por dinero y por alguna razón
asumió que mi madre era una prostituta, también dijo que mi papá vendía tunas
en los cruceros y que nadie le compraba y que seguramente ni inglés sabía
hablar como para andar alegando ser rockero.
― ¡COME CROQUETAS, PERRA! ― Le ordeno,
haciendo con mi dedo índice la señal de que se callara, como se negó a
hacerlo, empecé a lanzarle pan a diestra y siniestra, viéndome irritado en
sobre medida por su fastidiosa y primaria manera de ser.
¿Pueden juzgarme? La tipa tiene un vocabulario
equivalente al de un niño de primaria, una mentalidad únicamente encontrada en
niñas ricas y estúpidas que en su vida han logrado algo por ellas mismas y una
actitud tan pedante que con solo un par de minutos pude bastarme para saber que
ella es todo lo que yo más odio en la vida: superficial, vacía, estúpida,
despectiva y muy probablemente reggaetonera. Por personas como ella, este
planeta es una basura total, ¿se dan cuenta de cómo serían las cosas sin gente
de este tipo? ¡La sociedad podría avanzar al comunismo perfecto que Marx
visualizó en su escalera! Todos seríamos iguales y podríamos sobrevivir sin
esas personas ambiciosas que siempre quieren tener más.
En medio de mi salvaje y poco ortodoxo ataque (en el
que por cierto mi objetivo no ha parado de gritar insultos a mi poca clase,
educación y descendencia genética), escucho al panadero gritándonos a mi
espalda, exigiéndonos que nos detengamos inmediatamente y que nos larguemos de
su panadería. Me disculpo con él en mi mente, pues no está en mis intenciones
retroceder sino hasta que le dé a esta harpía una lección que nunca olvidará.
“¿Piensa darle una lección lanzándole panes?” dirán
algunos chistosillos, no, no estoy solo lanzándole panes, estoy lanzándole mi
desprecio en forma de pan para que entienda que una persona como ella no es más
que un estorbo en la sociedad y que si desea vivir cómodamente en este mundo,
debe de comprender que hay cosas más allá de su operada nariz.
Así es, no estoy solo luchando contra una tonta niña
rica, no… esto es mucho más grande: ¡Estoy luchando contra todos los estorbos
en el mundo! He pasado de ser un cliente de panadería a ser un guerrero, ¡un
revolucionario! Un hombre que busca hacer un cambio que pueda beneficiar a todos
para que el mundo sea mejor. ¡En cuanto llegue a casa voy a iniciar sesión en
kronos y presumiré mi gran hazaña, esperando contagiar a mis compañeros de
ideales para que todos, poco a poco podamos limpiar este planeta y finalmente
librarnos de la mierda! Quizás estoy pensándolo de una forma demasiado
romántica, pero… ¡Si todos lanzáramos panes a los nefastos de la humanidad,
esto podría convertirse en un legendario movimiento social que finalizaría de
una vez por todas con toda la gente pendeja!
Ahora,
viéndome con un objetivo mucho más notorio e importante que la simple expresión
de venganza y repugnancia hacia mi insignificante enemiga, decido seguirla
incluso cuando escapa por la puerta. No se librará de mí tan fácilmente, no
cuando me he decidido a castigarla por ser tan… se me han terminado los
adjetivos que califiquen su falta de validez en el mundo.
______________
Una rota (round 3, afortunadamente el último)
― ¡Ósea ¿Qué te
pasa naco?! ¡Detente! ― Le recrimino al gatete cuando comienza a lanzarme
panes; estoy al tanto de que la gente pobre no es muy buena con las palabras
pero esto es un exceso hasta para la prole, se está portando como cualquier
simio enfurecido solo porque le dije sus verdades.
¿Por qué la gente se enoja cuando les digo la realidad
de su naturaleza? Lo que tendrían que hacer es tomar nota y arreglarse a ellos
mismos. Me parece bastante mal plan que cuando alguien tiene la bondad de
señalarles sus defectos en su cara tengan el descaro de indignarse, ¿es que no
les da vergüenza ser cómo son?
De cualquier forma, no es la primera vez que alguien
se violenta conmigo, pero si la primera vez que alguien se excede tantos
niveles. Este tipo (que por cierto está horrible) tendría que estar en una
jaula o algo así.
Mis insultos no parecen ser suficientes como para
hacerlo entrar en razón, con él me doy cuenta de por qué México quedó en el
último lugar de esa prueba de desempeños académicos que se hicieron, en el que
se compararon a los sistemas educativos de varios países de Europa: la razón es
la estupidez del pueblerino, que quiere solucionar todo lanzando alimento.
Estoy cansada, me duele la cabeza, mi ropa (aunque no
me he visto) seguramente está hecha un desastre y sigo teniendo un hambre
endemoniada… decido que lo mejor es simplemente largarme y dejar a ese
pelafustán marcando su territorio, ultimadamente no tiene caso tratar de
enseñarle a usar cubiertos a un cerdo.
Salgo del establecimiento y rápidamente subo a mi
auto, entonces, el comefrijoles comienza a patear mi hermoso auto una y otra
vez con sus sucias pesuñas, exigiéndome que salga a luchar. Naturalmente le
pido muy educadamente que deje de hacerlo para poder salir del lugar sin
tensión.
― ¡Este carro vale más que lo que cobra tú puta madre
en 10 años en la esquina muerto de hambre, así que deja de pegarle o te
demando! ¡NO SABES CON QUIÉN TE ESTÁS METIENDO GATO DE MIERDA!
A él no le importan mis peticiones, todo lo contrario:
comienza a patear más fuerte todavía y hasta embarra un pan dulce con mermelada
en el vidrio de mi ventana, nublando mi vista.
― Este cabrón me va a matar. ― Me digo a mi misma,
finalmente asimilando que la gente jodida no conoce de límites ni ética, debí
saberlo con tan solo ver su horrible rostro de inadaptado. Finalmente, decido
escapar a toda velocidad… el único problema es que estaba tan nerviosa que en
vez de salir en reversa, aceleré hacia adelante.
______________
Un descosido (nunca antes tan literal y round 3)
Aturdido como el carajo abro los ojos. Estoy cansado,
no siento el cuerpo y no recuerdo nada de lo ocurrido desde la noche anterior.
¿Me habré colapsado nuevamente jugando WOW? Me recorre un escalofrío por todo
el cuerpo de solo pensar que mi colapso haya cobrado lugar mientras luchaba en
las arenas; pues si hay algo que valoro más que a mí vida eso es el valioso
índice de victorias que adorna en mi perfil. Asustado me pongo de pie en un
sobresalto.
Estoy en una
habitación individual de hospital, aunque parece más bien un hotel de 5
estrellas: tengo mi propia televisión con HD, una mesita redonda y hasta una
bañera.
No tardo mucho en darme cuenta del tremendo enyesado
que tengo en mi pierna izquierda, ¿Cómo fue que terminé rompiéndomela en primer
lugar? Nunca he jugado deportes para evitar esta clase de atrocidades, ¿Entonces
cómo? La razón cruzó por la puerta casi como arte de magia: una fresa de
aproximadamente mi edad de abdomen plano, caderas delgadas y rostro maquillado.
Esa idiota, esa bestia superficial y hueca que no hace
más que gastar oxigeno y denigrar a toda la humanidad, lo he recordado al
instante: ¡es ella la que me hizo esto! ¡Fue incapaz de sostener la batalla que
ella misma había provocado y decidió eliminarme para no cargar con las
consecuencias de sus actos! Y seguramente solo ha venido para aprovecharse de
mi convalecencia y contraatacar, a anunciarme que me ha demandado o que los
gorilas de su papi van a matarme. Llego a la conclusión de que de ninguna
manera voy a permitir que se vaya limpia de esta.
― ¡MIRA LO QUE ME HAS HECHO, CHAMACA PENDEJA! ¡VOY A
DEMANDARTE POR LOCA ASESINA, ¿ME OÍSTE?!
Inmediatamente saca sus garras y comienza a insultarme
como ya lo había hecho antes; con esa consistente insistencia que gracias a su
tono de voz hace de ella una rival imposible de vencer en una discusión a
gritos. De lo poco que puedo entender de su primario lenguaje, ella me está
culpando de todo y me amenaza a que su papi puede desaparecerme en un abrir y
cerrar de ojos. Esto es lo que más me enoja de la gente inútil con familias
poderosas: todo quieren que se los solucionen los demás y sienten como si
fueran la gran mierda pese a ser solo un montón de sanguijuelas de los logros
ajenos. Estoy tan enojado que voy a… que voy a…
Entra una tercera persona en la habitación: un hombre
mayor vestido muy formal con un Armani y un rolex en la muñeca. Lo primero que
hace es extender la mano para que ambos guardemos silencio, acto seguido se
presenta como el padre de mi agresora, y no solo eso, al decir su apellido
revela que es, efectivamente, uno de los hermanos de la familia más poderosa de
la ciudad.
― M-mucho gusto ― le digo, ahora encorvándome para
aguantarme toda la rabia que sostengo con su hija y no decir un improperio
estando él presente.
Se disculpa por que su hija me arrollara y me explica
que ya ha pagado todos los gastos correspondientes a mi atendimiento (eso
explica el hospital de lujo), también me indica que está dispuesto a pagar la
suma de incapacitación correspondiente al salario que yo recibo en mi empleo.
¿Cómo decirle que estoy desempleado desde… bueno, desde siempre? Decido mejor
irme por la tangente y… entonces aparece mi madre en la habitación, diciéndole
que estoy desempleado pero que me urge tener empleo, no solo eso, incluso le
entrega mi currículo y certificado de titulación en administración de empresas.
Me llevo la mano a la frente.
Mi madre nunca apreció que yo estuviera cuidando la
casa todos estos años, pero ahora lo está demostrando por primera vez
públicamente; de hecho, parece incluso desesperada por echarme, pues incluso le
pregunta si es probable solicitar un crédito de infonavit de inmediato.
El hombre está dispuesto a aceptarme trabajando como
contador en la compañía de gas que dirige apenas me recupere de mi pierna.
Acepto de mala gana, resignado a que por culpa de esa pendeja de mierda voy a
tener que empezar a trabajar dentro de unos meses.
Ella también se siente insatisfecha con lo acordado,
le implora a su papá que no me dé trabajo, pues no quiere ver mi horrible
carota a diario (resulta que ahí trabaja ella como gerente, eso explica por qué
fue a la panadería en primer lugar: queda muy cerca) no obstante, su padre la
ignora y abandona la habitación después de un apretón de manos conmigo y con mi
madre, llegando así a un acuerdo.
Antes de salir tras su papi, la tipa me ofrece una
mirada venenosa, como diciéndome “Voy a hacerte pedazos”. Le devuelvo la
molestia, con una seña obscena a la que ella respondió con un “ojalá nunca te
recuperes, pobretón jodido”.
______________
Condición humana
Siempre fui de los que creen que toda persona tiene
como mínimo una pizca de bondad en su ser, estuve convencido desde siempre que
no existía una persona puramente malvada o puramente santa: los seres humanos
eran para mí tonalidades variadas de comportamientos, es por eso que éramos
humanos y punto final. Pero fue hasta hace poco que cambió esta forma mía
de ver las cosas… ese desafortunado día en que los conocí a esos dos.
Primero llegó el chico, que sin responder a mi saludo
tomó una bolsa de papel y comenzó a echar contenido al azar, como si tuviera
prisa. Luego llegó la chica, que me hizo preguntas en tono maleducado a las que
respondí con amabilidad, pero ella claramente me ignoró desde un principio.
Lo peor comenzó cuando chocaron accidentalmente: ella
dijo algo grosero y él respondió al instante, luego comenzaron a intercambiar
insultos tan ofensivos y lascivos que de solo recordarlos me dan escalofríos.
Llegaron después hasta el punto en que todo se volvió una guerra de lanzar pan
por los aires. Les pedí que se detuvieran pero ninguno de ellos me escuchó.
Cuando ambos se fueron por la puerta pensé “lo peor ya
ha pasado”, que equivocado estaba… después de escuchar sus gritos en el
estacionamiento durante un par de minutos, se escuchó un tremendo grito ahogado
de dolor, seguido de un tremendo crujido que culmina con la pared frontal de mi
panadería derrumbándose.
Aunque no pasó a mayores y el padre de la chica pagó
todos los gastos, ese encuentro me marcó completamente a niveles inimaginables;
me hizo darme cuenta de que todo lo que yo creía de la humanidad era una
reverenda mentira… creía que las personas miserables, malvadas, insensibles y
crueles en su totalidad no existían, en mi razonamiento era imposible la existencia
de un ser humano cuya forma de ser le hiciera alguien indigno de vivir en la
sociedad… pero vaya que si existen, tuve a dos de ellos como clientes en mi
panadería por 3 minutos y como consecuencia perdí una pared.
Ya no puedo decir que todo humano tiene bondad ni que
todos tenemos un cierto límite, esos dos me han demostrado que no existen
imposibles, ahora a lo mucho, busco tener fe en que por cada dos personas
miserables viviendo en la misma ciudad, debe haber dos personas maravillosas
por igual… solo a eso puedo atenerme.
Para dar fin a mi discurso, si les dijera que sé que
les pasó a aquellos dos les estaría mintiendo, también sería injusto tomar
impresiones adelantadas o buscarle 5 patas al gato… solo les voy a decir una
cosa: hace unos días por la mañana, mientras colgaba el letrero de “abierto” en
la entrada de la panadería, me pareció verlos pasar juntos en un auto de modelo
reciente.
En caso de no haber sido mi imaginación, ¿No sería
esta historia el ejemplo perfecto para aquella frase célebre “siempre habrá un roto para un descosido”?
______________
Mientras tomo mi
desayuno (finalmente bien preparado por aquella holgazana de Lorena) pienso un
poco en la situación del pobrecillo… ¿una criatura que ha sido criada en la
tierra qué culpa puede tener de no saber comportarse como una persona? Es
natural que esté acostumbrado a que se coman a los perros en pozole y lancen
cosas para divertirse… ¡El pobre no es más que una víctima de las
circunstancias!
Mientras conduzco a
mi primer día de trabajo, tengo tiempo de ponerme a pensar en que la pobre
infeliz es víctima de lo que sus padres hicieron de ella al consentirla y
criarla como una princesa… es imposible para una criatura estúpida identificar
que está haciendo las cosas mal desde los comienzos de su existencia si ha
estado viviendo en una burbuja… ¡La pobre no es más que una víctima de las
circunstancias!
FIN
Glosario (por si no entendiste algún insulto u expresión):
Mafalda: tira cómica dibujada por Quino en el siglo
XX, famosa por su clarísima visión del mundo en su época y hasta la fecha.
WOW: World of Warcraft, es un juego masivo en línea
muy popular
“Encabronado/a”: Se refiere a estar enojado en gran
medida.
Naco/a: se les llama de esta forma despectiva a
aquellas personas que carecen de modales, educación, sentido de la moda y/o de
la decencia.
Pendejo/a: Es uno de los peores insultos en México… es
básicamente llamar “retrasado mental” a quién se le dice.
“El verguillas”: Es una serie de caricaturas cómicas
diseñadas por unos universitarios de Ciudad Juárez, en que hacen burla a la
vida de la gente pobre en la ciudad. Don Chepe (a quién cita la rota) es un
adinerado empresario que se postula como gobernador con el slogan “ a la verga
lo que no sirve”
Nopal: es un tipo de cactus que abunda en los
desiertos de México, es usado de forma despectiva por las personas de altos
niveles económicos al ser un alimento barato y altamente utilizado por las
personas de bajos recursos.
Pinche: es un aditivo para denigrar algo al punto de
volverlo patético o mediocre, por ejemplo: hay una importante diferencia entre
decir “Eres un mediocre” a decir “Eres un pinche mediocre”.
Infonavit: Es un servicio que tienen los empleados en
México, en que se les presta dinero para que compren una casa propia.
Gucci: es una marca mundialmente famosa de bolsos femeninos
gato/gatete: Se le llama así a una persona de baja categoría, comparándolo a un gato callejero sin decencia.
Gucci: es una marca mundialmente famosa de bolsos femeninos
gato/gatete: Se le llama así a una persona de baja categoría, comparándolo a un gato callejero sin decencia.
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